Hacia mediados del siglo XV estuvo ubicada una casa que se llamaba de Los Lobos en la época en que estos abundaban, que recibían y pagaban a los cazadores que llevaban las pieles cuatro ducados por cabeza cortada.

El nombre de la Plaza de los Lobos. La Plaza de los Lobos recibe su nombre de un curioso capítulo de la historia. Cuando Granada estaba recién conquistada, parece ser que abundaban más los ganaderos en comparación con otros oficios, y ese ganado atrajo a la ciudad una gran cantidad de lobos provinientes de la sierra. Estos generaron tantos problemas a los animales de las granjas, que se estableció un decreto de pagar 3 reales a todo vecino que entregará una piel de lobo, aunque era tan intensa la manada que el ayuntamiento se vio en problemas para recompensar a tantos vecinos. La casa donde se cambiaban Lobos por reales estaba en la plaza y por insistencia del pueblo que siempre la llamó "Plaza de los Lobos" hizo que tomara este nombre en lugar del antiguo que era Plaza de Callao. 

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