En esta plaza, necesitamos tener nuestra cámara siempre dispuesta para no perdernos esas vistas irrepetibles de su entorno, y esas fotos, ya no serán recuerdos para guardar, sino mensajes para comprender la belleza que nos regala gratuitamente GRANADA.
Es imposible resistirse a este espacio tan singular y feliz, cuando le acaricia el sol cada día que amanece. Vale la pena tomarse un tiempo y hacer algo tan típico como es sentarse en un banco marmóreo que nos permita dejar las fatigas en el olvido.
PUENTE DE LOS BARBEROS O DE LOS ALHAJANES (Qantarat al-Hagimin). Juan De Dios Olalla Fernández
"Situado junto a la Mezquita que daría lugar a la Iglesia de Santa Ana, era un puente de piedra que comunicaba la Aljama Almanzora con el Albayzín. También fue llamado puente de Santa Ana. Sufrió daños considerables en los diferentes desbordamientos del río, y aunque se planteó
su reconstrucción, finalmente en 1878 se decide continuar el embovedado desde Plaza Nueva hasta Santa Ana. Terminan las obras en 1880, año que figura en la clave del arco de arranque del embovedado. Se completa así la gran plaza y adquiere el aspecto y estructura que actualmente se observan".
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