La vida en las plazas es sinónimo de paz. Yo, que tanto he alternado con lo rural, ahora me estoy empapando de lo urbano porque, en el fondo, vuelvo a mis tiempos pasados.
Ahí, en esa plaza, soñaba con volver algún día esperando que el tiempo se hubiera detenido como cuando era un niño ensombrecido, y ... soñar plácidamente al son del sonido que envuelve al lugar. Magnífica imagen que va a quedar perenne para el recuerdo.
Con la llegada de las fiestas del Corpus o en los días de verano de los primeros años del pasado siglo, en la plaza del Humilladero, se instalaban barracas para ver películas. Carpas que al principio eran itinerantes, montándose y desmontándose de barrio en barrio y que, con el paso del tiempo, se establecieron en ubicaciones concretas. Lugares con nombres tan fantásticos como el Cine Luminoso, Palais Royal, el Cinematógrafo Lumiére, el Cinematógrafo Mágico Pascualini, Petit Trianon, Lux Eden, o el primero de todos ellos, el Teatro de Verano instalado en 1896 en el Humilladero, pocos meses después de aquel pase histórico de los Lumière.
Estos primeros cines estaban construidos con materiales pobres, con apenas unas sillas y lonas sucias sobre un pavimento de tierra. Era frecuente que contara con un piano o un órgano
© 2018. Todos los derechos reservados. Aviso Legal: El titular de este sitio web es JOSÉ ANTONIO ÁLVAREZ CALVO, con domicilio en GRANADA. El acceso al Site de ÁLVAREZ CALVO es gratuito. Todo el contenido es propiedad intelectual de ÁLVAREZ CALVO. Cualquier utilización de los mismos contraria a las normas en materia de propiedad intelectual, será perseguida con arreglo a la legislación vigente.